¿Sabes cuántas clases de hipotecas existen?
Aunque al hablar de contratos hipotecarios, generalizamos utilizando el término “hipoteca”, existen diferentes clases de préstamos y créditos hipotecarios, que se clasifican según el tipo de interés, el tipo de cuota, el cliente, el inmueble y su naturaleza.
En base al tipo de interés que se aplica a las cuotas mensuales, encontramos las hipotecas a tipo fijo, a tipo variable o a tipo mixto. Según el tipo de cuota, se clasifican en: Hipotecas normales, de cuota blindada, de cuota final, de cuota creciente y las Interest Only.
Dependiendo del cliente objetivo al que va dirigida la hipoteca, existen para jóvenes, para no residentes (segundas residencias de personas afincadas en el extranjero) y las dirigidas a colectivos determinados, como serían los funcionarios, por poner un ejemplo.
En función de la tipología del inmueble a ser financiado, disponemos de hipotecas de pisos de bancos, para viviendas de protección oficial (VPO), sobre bienes urbanos, sobre bienes rústicos e hipotecas para suelo.
Según su naturaleza, tenemos créditos hipotecarios y préstamos hipotecarios. Los créditos hipotecarios se dividen según su finalidad, y pueden ser para compra-venta de vivienda habitual o de segunda residencia, para auto-construcción y para cambio de casa.
Entre los préstamos hipotecarios encontramos la subrogación de préstamo promotor, la subrogación de parte acreedora o hipotecas para cambio de banco, para reunificación de deudas, hipoteca inversa y la multidivisas. Acude a tu entidad bancaria e infórmate de cuál es la que mejor se adapta a tus necesidades y capacidad de endeudamiento.