Reforma fiscal 2014: incentivar el crecimiento a través de reducciones fiscales
Esta revisión modificará el régimen que se aplica sobre el IRPF, los beneficios sociales, empresas, sociedades, emprendedores, autónomos, viviendas en propiedad, el IVA y los beneficios; entrará en vigor en 2015 y los ciudadanos, en particular, notaremos ya la rebaja del IRPF en la nómina de enero del próximo año.
La ley de reforma fiscal, aprobada por el Gobierno en junio de este año, persigue conseguir objetivos primordiales como:
• Promover la creación de empleo, mediante la reducción de la fiscalidad para las rentas del trabajo y el refuerzo de la competitividad
• Estimular el crecimiento, modernizando el sistema tributario para así incentivar el ahorro y la inversión.
• Hacer que el sistema tributario sea más equitativo, con la rebaja para las familias de rentas medias y bajas, más beneficios para los grupos familiares con hijos y/o personas con discapacidad y medidas adicionales para contrarrestar el fraude fiscal.
Te contamos a continuación las modificaciones más significativas.
IRPF
A este respecto, se plantea una rebaja fiscal global, que establece una disminución promedio del 12,50% para todos los contribuyentes, mientras que los que perciben rentas inferiores a los 24.000 euros -un 72% de los declarantes- tendrán una rebaja media del 23,5%.
En la tarifa general y a partir del 1 de enero de 2015 se liberará de declarar a quienes perciban menos de 12.000 euros al año. Por otro lado, se reducen a cinco los siete tramos actuales, con un descenso de los tipos correspondientes repartido entre los años 2015 y 2016, tal y como se aprecia en la tabla “Tarifa general: reducción a cinco tramos y rebaja de tipos”.
Paralelamente, se incrementarán los mínimos personales y familiares, en especial por el cuidado de niños, familias numerosas y para hogares en donde alguno de sus miembros sea dependiente o tenga una edad avanzada.
Beneficios sociales
Se prolongará el apoyo que ya se viene prestando a las madres trabajadoras y se beneficiará con un importe de 1.200 euros anuales acumulables a cada una de las siguientes nuevas figuras de protección social:
• Familias con hijos dependientes con discapacidad superior al 33%
• Familias con ascendientes dependientes con discapacidad mayor al 33%
• Familias numerosas con 3 o más hijos o con dos hijos y uno de ellos con discapacidad por encima del 33%
• Familias numerosas de categoría especial con 5 hijos o más, con 4 hijos y, al menos, 3 por parto o adopción múltiple y, finalmente, con 4 hijos e ingresos anuales no superiores al 75% del IPREM
Sociedades, empresas
Buscando la mejora de la competitividad, se reduce la tributación de las empresas de manera escalonada, desde el 30% actual, hasta el 25% en 2016, pasando antes por un 28% intermedio en 2015. Mientras que se han eliminado muchas de las deducciones de este impuesto, se dará continuidad a, al menos, tres de las más importantes: la deducción por reinversión de beneficios, por I+D+i y por gastos financieros.
Se rebajan los tipos de gravamen. General, del 30% al 25% en dos años, pymes, del 25% al 20%.
Autónomos y emprendedores
Continúa la fiscalidad reducida para nuevos emprendedores al 15%. El régimen de módulos de los autónomos que trabajan directamente con el cliente final -bares, restaurantes, taxis, peluquerías, pequeños comercios- se prolonga, así como para las áreas de agricultura, pesca y transporte ligero.
Así mismo, los autónomos observarán una reducción en su retención que pasará del actual 21% al 19% y se crea un nuevo tipo de 15% para las rentas bajas que rondan los 1.000 euros.
Vivienda
No se suprimirá la deducción para quienes adquirieron su vivienda antes del 1 de enero de 2013 ni se cargará la vivienda habitual en el IRPF.
IVA
Permanece como hasta ahora, en 21%, salvo en los productos sanitarios -los que utilizan los hospitales y que no afecten a personas con discapacidad- que suben del 10% al 21%. Los materiales empleados por los laboratorios para la fabricación de medicinas, verán afectado su actual 4% que pasará a un 21%.
Ahorro
Se plantea la intención de encaminar los actuales tipos de ahorro a los que estaban vigentes en el año 2011, cuando se gravaban los beneficios inferiores al 19% y los que estaban por encima de esa cifra, al 21%.