¡Escríbelo en la pared!
Muchos recordamos cuando, de pequeños, nos prohibían pintar en las paredes o subir los pies en los muebles. Los elementos decorativos en el hogar han pasado de ser ‘de mírame y no me toques’ a funcionales objetos de disfrute para toda la familia. Ahora, la pintura de pizarra no se utiliza sólo en las aulas, es un material que ha ganado protagonismo en oficinas, locales comerciales y viviendas. Si añoras pintar en las paredes, apúntate a tener una pizarra a la mano.
La enciclopedia libre Wikipedia define una pizarra, pizarrón o encerado, como “una superficie de escritura reutilizable en la cual el texto o figuras se realizan con tiza u otro tipo de rotuladores borrables. Las pizarras enmarcadas, de uso individual, se fabricaban originalmente de hojas lisas, finas de piedra gris negra u oscura de pizarra”.
Tradicionalmente, la pintura de pizarra solía ser sólo de dos colores, verde oscuro y negro. En la actualidad, encontramos una gama más amplia de colores, entre los que encontramos rosas, limas, azules, malvas, y accesorios prácticos y divertidos, como portatizas, borradores de látex y tizas de diferentes tonos, durezas y con opciones anti-polvo, por ejemplo.
Si en casa hay niños, una pared, una puerta o la superficie de un armario pintado con este material es una apuesta segura para conseguir horas de diversión que despertarán la creatividad y el espíritu artístico de los más pequeños. Además, podría convertirse en un recurso para que la hora de los deberes escolares sea más entretenida y estimulante.
Pero no sólo los niños encontrarán mil usos a una pizarra. Si no dispones de un cabecero para la cama, te puedes hacer con uno muy original sólo con pintar, directamente en la pared, una atractiva forma en la que, además, podrás apuntar mensajes, recordatorios o lo que has soñado la noche anterior.
¿Y en la cocina? La aprovecharás con toda seguridad. Si te gusta ‘tunear’ los electrodomésticos, tu frigorífico será el centro de atención de tus amigos si lo conviertes en una enorme lista para la compra. Lo mismo puedes hacer pintando el frente o el dorso de la puerta de los armarios o la pared más próxima a la mesa del desayuno.
Restaurar objetos antiguos se convertirá en un libro de historias si haces de esa cómoda tan clásica un práctico block de notas a lo grande. No necesitarás abrir los cajones para saber lo que contienen si lo escribes en su exterior. Y ese añejo marco que te da pena tirar puede tener una segunda vida como pizarra al estilo ‘vintage’.
En despachos, oficinas y comercios, los usos son infinitos; menús, ofertas, curiosidades, historias, pedidos, anécdotas… de todo cabe en una pared donde puedes escribir una y otra vez. ¿Que un día no tienes nada que decir? No hay problema, si utilizas una tonalidad que te guste, con sólo borrar ya tienes un precioso plano de color, seguro que sobrará quienes se disputen hacer el primer trazo.
Nuestros amigos de la Clínica Veterinaria El León Dormido, en Logroño, aprovechan sus pizarras para divulgar información útil para la salud sus pacientes, sus propietarios participan en divertidas encuestas y los niños dibujan mientras sus mascotas están en consulta.
En las reuniones de trabajo resulta muy útil disponer de una gran pizarra, y si la profesión se combina con la creatividad, diseñadores, arquitectos, fotógrafos o ilustradores podrán dar rienda suelta a sus ideas con total libertad.
Y como el respeto por el medio ambiente es primordial, tenemos la opción de elegir pinturas al agua con un bajo índice de emisión de COV’S, más ecológicas, duraderas, fáciles de limpiar, con mayor adherencia a las superficies y sin desprender olores intensos al aplicarla (http://www.cuartocolor.es/pintura-pizarra-13).
Como ves, todo puede convertirse en una superficie para escribir, dibujar, aprender y comunicar ¿Se te ocurren más ideas? Compártelas con nosotros.
Fotos: Clínica Veterinaria El León Dormido; Pinterest; novateasesora.wordpress.com
