Busco piso luminoso, bien comunicado o cerca de la universidad
Si se acerca el momento de iniciar tus estudios universitarios fuera de casa, no esperes para comenzar a buscar un sitio ideal donde vivir. Ante una gran variedad de ofertas, lo mejor es que pongas en claro las características de lo que buscas y estés atento a estas recomendaciones.
El dinero no da la felicidad pero sí determina, y mucho, el sitio donde vivirás durante tu paso por la universidad. Así que, si pretendes trabajar mientras estudias, has conseguido una beca o cuentas con el apoyo económico de tus padres, toma en consideración que el coste del alquiler no debe superar el 35% de tu presupuesto mensual. Una vez determinada esta cantidad, podrás evaluar si lo que te conviene es un piso compartido, una residencia o un estudio.
Las oportunidades son como los amaneceres, si esperas demasiados te los pierdes. La anticipación puede marcar la diferencia entre encontrar un buen sitio o conformarte con lo que queda. Los mejores meses para buscar están entre mayo y septiembre, con una media de reserva de 52 días.
¿Cerca o bien comunicado? Los pisos más cercanos a los centros de estudios suelen tener costes más elevados. No descartes un piso solo porque no está tan cerca de la universidad como quisieras, observa un poco la zona y los autobuses que circulan a su alrededor, puede que una ruta de autobús sea la clave para conseguir un ahorro sustancial en el alquiler.
Las cuentas claras y el chocolate espeso Si conoces poco acerca de los trámites para firmar tu primer contrato de arrendamiento no lo dudes, ponte en manos de una agencia inmobiliaria acreditada. Plantea todas las dudas que tengas acerca de fianzas y comisiones, de los gastos que se incluyen o no en la renta, de la duración del contrato y su posible renovación, o de a quién corresponde pagar las reparaciones que hagan falta.
Bombillas fundidas, reposición de menaje roto o estropeado por el uso, por ejemplo, son cosas que te corresponden como inquilino, incluso la reparación de mobiliario que se haya estropeado producto de una manipulación inadecuada por tu parte o por la de alguno de tus compañeros de piso. El propietario responderá por reparaciones debidas al desgaste natural por la antigüedad o por el uso a través del tiempo en electrodomésticos como la lavadora o el horno.
Es conveniente para ambas partes complementar el contrato con un inventario de todo lo que recibes junto con el piso y el estado en el que se encuentra. Si no incluye fotos, sugiere adjuntarlas para así poder demostrar, sin lugar a malos entendidos que, en el momento en que devuelves las llaves, entregas todo en las mismas condiciones en las que lo has recibido.
La intermediación de un profesional, un contrato bien redactado y firmado y una conducta cabal por tu parte son la mejor garantía de que tendrás una buena relación con tu casero, lo que te permitirá dedicarte de lleno a estudiar y disfrutar de la universidad. Tenemos lo que necesitas para comenzar y compartir.