El alquiler está de moda
Las tendencias que rigen la moda en las grandes pasarelas siempre vuelven, y vemos como hoy se llevan vestidos muy similares a los que lucían nuestras madres en las fotos de su juventud. Lo mismo pasa en otras áreas y, actualmente, observamos como el alquiler es una tendencia en auge para quienes buscan vivienda.
La crisis económica, de la que esperamos salir cuanto antes, puede ser una de las causas del cambio de mentalidad en la cultura inmobiliaria de los españoles. El sueño de independizarse, vivir en pareja o formar una familia ya no está, necesariamente, ligado a la compra de un piso… el alquiler se impone como una alternativa asequible y beneficiosa, tanto para el arrendador como para el arrendatario. Esto acerca a España, poco a poco, a los datos que, en lo que se refiere al alquiler, presentan otros países europeos como Suiza, donde el 51,6% de su población vive de alquiler, Alemania cuyo índice es del 38,6%, o Dinamarca con porcentaje de viviendas alquiladas de 35,4.
En nuestro país hay más de 3,4 millones de viviendas vacías, muchas de las cuales son de particulares que están a la espera de un comprador. Buena parte de estos propietarios prefieren poner su inmueble en alquiler antes que venderlo a un precio muy bajo o mantenerlo vacío, tomando en cuenta el alto coste que significa pagar los gastos de una vivienda sin ocupar. Esto ha incrementado la oferta de inmuebles para arrendar lo que, a su vez, ha influido en el descenso de las mensualidades, que ronda en España en un 35% aproximadamente. Gracias a todo lo anterior, hoy es posible conseguir un piso en alquiler en zonas céntricas de ciudades como Madrid y Barcelona, cosa que hace unos años era bastante difícil y muy costoso.
Mientras en el pasado el alquiler era una opción casi exclusiva para extranjeros, trabajadores asignados a lugares distintos de su ciudad de origen, estudiantes o familias con pocos recursos económicos, hoy en día se suman a ella jóvenes en busca de la independencia y parejas con hijos que esperan el momento de comprar su primera vivienda, entre otros perfiles.
Muchas personas son conscientes de las ventajas del alquiler a largo plazo, frente a las dificultades a las que tendrían que enfrentarse para pagar una hipoteca. Por otro lado, este régimen inmobiliario libera al inquilino de algunas responsabilidades económicas que suponen los seguros, ciertas reparaciones y varios impuestos. Para los más jóvenes, solteros y sin hijos, es una opción beneficiosa en una etapa de su vida en la que no les importa cambiar de ciudad en busca de oportunidades formativas o laborales atractivas o mejor remuneradas.
Pese al panorama anterior, sigue habiendo cierto temor por parte de los propietarios hacia el arrendamiento, sobre todo en lo que respecta a la morosidad por parte de los inquilinos y los consiguientes juicios. Otro factor que desanima al propietario es el tiempo que deberá invertir en la búsqueda de un inquilino, las visitas a la vivienda, las gestiones relativas a su adecuación y la firma del contrato.
Es por ello que la intermediación de una empresa inmobiliaria es la mejor alternativa para arrendadores y arrendatarios. Con un personal especializado en la actividad, plataformas eficaces para la promoción de los inmuebles y experiencia en la resolución de las negociaciones, hacen que la ecuación propietario más vivienda apropiada más inquilino perfecto den como resultado plena satisfacción para todos.