Los nuevos certificados energéticos reavivan la actividad de aparejadores e ingenieros
El periódico El Correo nos ofrece este interesante artículo, en el que participa nuestro director General Óscar Martínez, sobre las primeras semanas en vigor del Certificado Energético de Edificios. Afirma que La Rioja recoge 1.200 certificados de eficiencia en viviendas en los dos primeros meses de la nueva normativa.
Desde el 1 de junio, todas las viviendas que se vayan a vender o alquilar, y las construidas a partir de 2007, deben tener certificado de eficiencia. La nueva Ley nacional faculta a arquitectos, aparejadores e ingenieros y técnicos industriales para hacer estos avales, cuyo precio medio es de 150 euros. El certificado emplea la escala de »A» (muy eficiente) a »G» (desfavorable) y analiza exteriores y cerramientos, iluminación y sistemas térmicos. No incluye obligaciones, solo recomienda.
Desde la entrada en vigor el pasado 1 de junio del nuevo Registro de Certificaciones Energéticas, algo más de 1.200 viviendas han cumplimentado ya el trámite de obtener su certificado de eficiencia energética en estos dos meses, según los datos de la Dirección General de Industria del Gobierno regional. Así, en ese tiempo de gestión de estos certificados, aproximadamente nueve de cada diez viviendas que han cumplimentado el registro han sido pisos individuales que iban destinados a la venta o alquiler, y que estaban obligados por tanto. La primera estadística ubica además al parque de vivienda riojana en la zona medio baja de la eficiencia energética, siguiendo la tendencia de todo el país.
«La diferencia entre tener un »E» o »F» y un »B» o »C» puede llegar a suponer hasta un 30% más de ahorro energético. Estos certificados permiten conocer la situación de la vivienda y poder adoptar medidas para mejorar», explicaba ayer Julio Herreros, director general de Industria del Gobierno regional. Con la entrada en vigor el 1 de junio del Real Decreto 235/2013, se obliga ahora a disponer de este certificado a todas las viviendas construidas desde 2007 y también a todas las anteriores que se vendan o alquilen. La normativa establece además que sean los arquitectos, aparejadores, ingenieros industriales y técnicos industriales los profesionales que lleven a cabo estas certificaciones, algo que, en esos casos, ha supuesto un pequeño espaldarazo para esas profesiones en medio de la crisis, hasta el punto de desarrollarse una fuerte competencia.
«La verdad es que ha dado una cierta alegría, dentro de la tristeza que tenemos en esta profesión», comentaba Roberto Guillén, secretario técnico del Colegio de Aparejadores de La Rioja. Son precisamente los propios colegios los que se han establecido como puntos de recepción para los usuarios de cara a contactar con los profesionales que puedan llevar a cabo estos certificados, estableciendo listas y facilitando los contactos. Los aparejadores manejan una lista de unos 60 profesionales que dan este servicio, y que han completado 509 de los 1.200 certificados en estos dos meses. «Principalmente se han dado a viviendas y locales que se ponían en venta o alquiler, dado que obra nueva hay muy poca; también en algunos edificios públicos», añadía Guillén.
De forma más concreta, y según los datos del Gobierno, el 86% de los certificados se han dado a viviendas individuales y el 4,4% a edificios completos; además de 56 viviendas unifamiliares, 64 locales y una veintena de casas rurales que están en trámite. La Rioja, que dispone de un portal telemático, es una de las primeras regiones que ha implementado un registro propio de estos certificados de eficiencia.
«Cuanto antes»
«La recomendación es que se hagan las certificaciones cuanto antes, ya que legalmente ahora mismo el no tenerla en según qué casos ya puede acarrear sanción», explica Óscar Martínez Solozábal, presidente de la Asociación Profesional de Expertos Inmobiliarios (APEI), quien puntualiza que los certificados deben ser visibles ya en el momento de anunciar la venta o alquiler, sea en prensa o en un portal web o escaparate de una inmobiliaria. Las fechas veraniegas hacen que de momento la actividad sancionadora esté parada, pero igualmente «estamos trabajando para tenerlo todo a punto cuanto antes», indica Martínez Solozábal sobre estos certificados, que en sí no acarrean obligaciones ni sanciones posteriores, sino que sirven desde el punto de vista informativo, también como aliciente o freno a añadir para decantarse por la compra o alquiler de una vivienda.
Los primeros dos meses de esta actividad han servido para comprobar algo que ya se intuía: la eficiencia energética del parque de viviendas es principalmente baja. «La mayor parte de las viviendas, el 65%, están en la »E» (la escala va de »A» a »G»), más arriba de eso se encuentran principalmente aquellas que se construyeron a partir de 2006, bajo los criterios del nuevo Código Técnico», indica Herreros. Un total de 224 edificios, el 18%, están así dentro del tramo »C» y »D», mientras que solo hay dos inscripciones registradas en el rango »A», y »B», de mayor eficiencia. Los certificados analizan el envolvente del edificio (fachadas, cerramientos, etc.), instalaciones térmicas (calderas principalmente) e iluminación; y aportan recomendaciones para mejorar la eficiencia. «La iluminación es la más barata y se nota mucho luego en la factura de consumo; las calderas son ya más caras y los exteriores a menudo implican reformas integrales», indica.
Precisamente esa falta de obligaciones posteriores al certificado ha provocado las discrepancias de algunos sectores: «El papel todo lo soporta, pero no hay un seguimiento posterior ni un control de deficiencias, la idea de la Ley es buena, pero esta carencia nos parece negativa», explica Francisco Madorrán, decano del Colegio de Ingenieros Industriales de La Rioja.
http://www.elcorreo.com/alava/v/20130809/rioja/nuevos-certificados-energeticos-reavivan-20130809.html